Para muchas mujeres, pintarse los labios es más que un paso en su rutina, es un gesto de poder. En Ecuador y América Latina, donde el maquillaje está cada vez más presente en la vida cotidiana, el labial se ha convertido en un símbolo de identidad, autoestima y libertad.
Más allá del color, este pequeño tubo encierra un mensaje poderoso. Cada aplicación puede transformar el estado de ánimo, reforzar la confianza y convertirse en un gesto cotidiano de autocuidado. Según un estudio reciente realizado por Avon a 2.300 mujeres en la región, tres de cada cuatro sienten que maquillarse les permite mostrar lo mejor de sí mismas. No sorprende entonces que el labial sea uno de los favoritos: es práctico, impactante y versátil.
Pero, ¿cómo elegir el tono perfecto? Todo comienza con conocerse: el tono de piel, la ocasión y, sobre todo, la personalidad. Un rosa malva puede reflejar suavidad y frescura, un borgoña profundo puede gritar confianza y presencia. Hoy, más que nunca, el maquillaje es una narrativa personal que celebra la diversidad.
En este contexto, Avon propone tres líneas que responden a diferentes estilos de vida y necesidades:
- Ultra Color: una explosión de pigmentos que celebra la autenticidad. Ideal para quienes aman los tonos vibrantes y quieren marcar su estilo en cada paso.
- Power Stay: larga duración sin retoques. Perfecto para jornadas intensas, reuniones o eventos especiales donde la seguridad se refleja también en los labios.
- Make Up + Care: una fusión entre belleza y bienestar. Con ingredientes hidratantes y ácido hialurónico, esta línea cuida los labios mientras ilumina la sonrisa.
El labial representa ese toque final que expresa un: “estoy lista”. No importa si es un nude para el día a día o un rojo eléctrico para la noche; cada tono es una forma de ser protagonista de la propia historia.
