RECICLAR CON DIGNIDAD

RECICLAR CON DIGNIDAD

La sostenibilidad no es solo una meta ambiental, es también una cuestión de justicia social. En Ecuador, una nueva alianza busca demostrar que el reciclaje puede ser mucho más que un proceso técnico para convertirse en una herramienta poderosa que transforma vidas.

FEMSA Salud, empresa referente en el retail farmacéutico y de bienestar en el país, firmó una alianza estratégica con Enkador S.A., empresa pionera en economía circular inclusiva con su modelo de triple impacto Origin®, para potenciar la recolección y gestión de residuos reciclables en sus puntos de venta Fybeca y SanaSana, con un enfoque de impacto ambiental, inclusión social y valor compartido.

En Cuenca, Laura empieza su jornada a las 3:30 de la madrugada. Como recicladora de base, ha dedicado, cerca de veinte años, a recolectar vidrio, cartón y papel. Hoy, su trabajo, antes invisible para muchos, es reconocido como parte fundamental de un modelo que impulsa un reciclaje inclusivo y de triple impacto: ambiental, social y económico.

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Este modelo, implementado por organizaciones comprometidas con la economía circular, incluye no solo la gestión eficiente de residuos en puntos de venta, sino también un sistema de trazabilidad que permite que el material recuperado beneficie directamente a quienes lo recolectan. A través de un innovador sistema de incentivos, el material reciclado se convierte en beneficios concretos: insumos de protección, herramientas, acceso a mejores condiciones laborales y una mejora significativa en la calidad de vida de los recicladores.

La iniciativa va más allá de la recolección. En su fase inicial, contempla el apadrinamiento de recicladores en distintas ciudades, acompañamiento técnico y la apertura de centros de acopio con enfoque comunitario. En apenas dos meses, ya se han recuperado más de una tonelada de residuos reciclables y se proyecta una expansión a más ciudades en el segundo semestre del año.

Este esfuerzo refleja una visión integral de la sostenibilidad: no se trata solo de reducir el impacto ambiental, sino de dignificar a quienes hacen posible el reciclaje todos los días. Personas como Laura, que ahora acceden a nuevas oportunidades, se convierten en agentes de cambio dentro de un sistema más justo, más humano y más verde.

La apuesta es clara: transformar el reciclaje en una fuerza de inclusión; porque cuando se valora a quienes están en la base del proceso, los residuos dejan de ser un problema para convertirse en una promesa.
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