Existe referencia sobre cómo la práctica de unir a dos tortugas macho puede resultar exitosa, como lo es el caso de Jonathan, la tortuga más longeva de la historia (193 años) que ha vivido en iguales condiciones de cautiverio con su compañero Frederick por más de 26 años en Reino Unido, en la Isla Santa Elena. Jonathan ha sido catalogado por la National Geografic como la tortura homosexual más antigua del mundo. “Sorry George” se basa en esa realidad, llamando a la comunidad científica, centros de crianza y reproducción a considerar e involucrar en sus parámetros y análisis el comportamiento sexual del mismo género, como algo natural y aceptado, suscribiendo su compromiso en www.sorrygeorge.org para que casos como el de Solitario George y sus matices sean usados como evidencia contundente y la conservación de las especies no dependa de sesgos culturales.
“No sabemos cómo la falta de analizar la variable de una posible homosexualidad pudo impedir que otras especies, incluida la de George, hayan podido vivir a plenitud. Hoy hacemos la invitación a abrir la mente y aceptar distintas posibilidades para lograr un mismo fin. Esta iniciativa es un llamado a revisar cómo desde las fundaciones, centros de investigación y demás involucrados nos comprometemos a garantizar que la base será lo que la naturaleza nos está poniendo en frente: es natural el comportamiento homosexual y, si lo es en los animales, ¿por qué no en los humanos?”, mencionó Danilo Manzano, director ejecutivo de Diálogo Diverso.
Este nuevo enfoque invita a entender la diversidad y efectivizar la inclusión admitiendo y replicando comportamientos que son propios de la naturaleza. Asimismo, invita a unir esfuerzos para cuidar a las especies, aceptar sus particularidades y llevar a cabo procesos de conservación y reproducción conscientes, respetuosos y sin prejuicios.
